Capítulo 5

Capítulo V

Tú eres perfecta para mi.

"No les hagas caso a la críticas, porque están en todas partes" - Pink

Avanzó hacia mi, por dentro estaba deseando que me salude o de alguna mínima muestra de saber que existo... Pero nada. Pasó por al lado mio, muy cerca mio, rodeado de la multitud de sus seguidores, y ni siquiera noto que yo estaba ahí. Teresa se dio cuenta de la expresión de tristeza en mi rostro e intento subirme el ánimo cambiando de tema. Mientras ella hablaba noté algo que no había notado antes: lo triste que estaba. Quise saber que le pasaba y le pregunte sobre ello, pero la única respuesta que obtuve fue "nada". Luego sonó la campana que indicaba el comienzo de las clases y cada una tenia que irse a una sala distinta. Le hice jurar que cuando saliéramos de la escuela me iba a contar que le pasaba y ella solo asintió y se fue.

El tiempo en la escuela pasó lento y aburrido. Tuve mucha suerte de que la profesora de matemática no se dio cuenta de que no había hecho la tarea por lo que había pasado con mi hermana. Daniela... ¿Qué pasó con ella? Hoy en la tarde la iba a visitar.

Al salir de clases fui inmediatamente al encuentro con Teresa, aquella chica de cabello castaño. 

- Me lo prometiste... ¿Recuerdas?

- Sí. Bueno, lo que sucede es que he tenido problemas conmigo misma, las amigas que tenía en el curso además de ti ya no me hablan, me siento inútil... - Suspiró y siguió contándome.

Yo la escuchaba atentamente, palabra por palabra, tal como ella me escucha siempre. Cuando terminó su triste relato, yo dije lo siguiente:

"Preciosa, preciosa, por favor, nunca, nunca sientas

que eres menos que perfecta.

Preciosa, preciosa, por favor, si alguna vez sientes

que no eres nada,

tú eres perfecta para mi".

- ¿Esa no es una canción?
- Sí, es de Pink. Te dije esto porque quiero que sepas que sos perfecta, no importa que pienses que eres inútil, gorda, fea, o lo que sea, vos sos perfecta por el simple hecho de ser tú misma, no le hagas caso a las críticas, maldita sea, ¡Eres perfecta! Y que nunca se te olvide.

No me respondió. Solamente me abrazó. Supongo que quería ocultar sus lágrimas, juraría que había visto caer una por su rostro. 

- ¡Ánimo amiga! Si quieres te puedes quedar en mi casa.

- ¿Enserio? - Se formó una sonrisa en su rostro.

- Sí. Me quedo sola. ¿Querés venir?
- Sí.
- Está bien, luego nos vemos.

Y cada una siguió su camino. Fui a mi "hogar", - si se le puede decir así a un lugar en el que estás completamente sola y abandonada - almorcé y me cambié de ropa. Apenas terminé fui en camino hacia el hospital.

Al llegar allí, recorrí denuevo los mismos pasillos y salas hasta llegar con mis padres.
- Hola mamá, hola papá -Dije mientras los saludaba
Lo que me llamó la atención fue verlos más unidos que nunca, como uña y carne. Me pareció genial que no peleen y hasta fantaseé con que cuando termine todo esto todo vuelva a ser como antes, sin peleas y todos felices. 

- ¿Hay alguna novedad de Daniela?
- El médico dijo que estaba estable.
"Pff, lo mismo que me dijo a mi", pensé. Daniela no merece sufrir así... Es muy pequeña. En cambio yo sí lo merecería por tratarla mal a ella y a todo el mundo. Si es necesario olvidaré mi viaje a Nueva York, lo que sea con tal de saber que mi hermanita va a estar bien.
Entré cuidadosamente en la sala y allí seguía estando ella, con los mismos cables conectados, con la misma máscara que le daba oxígeno, con la misma pantallita que marcaba los mismos latidos... En fin, todo seguía igual. Hubiera deseado que sólo haya sido una pesadilla, pero esto era totalmente real. Nada había mejorado, y nada había empeorado. Al lado de ella seguía estando también el padre de Eric con él a su lado. Al estar hundida en mis pensamientos no me había dado cuenta de que estaban allí.
- Hola Eric... ¿Cómo está tu padre?
- Peor... - Dijo con un hilo de voz - Quisiera poder ayudarlo...

- Pero no podemos - suspiré al compartir el mismo sentimiento que él.
Nos quedamos un par de minutos en silencio, hasta que mi celular comenzó a sonar. Contesté ahí mismo y la persona que me estaba llamando era nada más y nada menos que Teresa. Tal como quedamos, me había llamado para avisarme que estaba llendo hacia mi casa para que yo valla, así que le dije que ya iba y colgué el teléfono. Mientras sucedía todo esto Eric me estaba mirando raro.
- ¿El sonido de tu celular no es la canción "Smells Like Teens Spirit" de Nirvana?

- Sí. ¿Por qué preguntas?
- No, por nada... - agachó la vista - Es sólo que me parece raro conocer a una chica que le guste esa clase de música.
- ¿Me estás llamando rara?
- No.. Quiero decir que las chicas que conozco cada vez que pongo rock dicen que no les gusta, en cambio vos sos... diferente.
- Oh... En ese caso, gracias. Oye me tengo que ir urgente. Nos vemos... ¿Mañana?
- Está bien.
Le dí una última mirada a mi hermana y me fui cerrando la puerta. Ya afuera no encontré a mis padres para despedirme de ellos así que fui directamente a mi casa. Al pasar por la calle, vi un cartel que decía: "¡Concierto de Asking Alexandria en un mes! ¡Compra tus entradas ya!". El mismo cartel que venía viendo hace 20 días, ahora tan solo faltaba una semana y moría por ir, pero en el estado en como estaba la situación no sería lo mejor. Traté de ignorar el cartel - aunque se me hacía imposible - y seguí avanzando hasta llegar a mi casa. Allí estaba en la puerta mi amiga esperándome.
- ¿Dónde estabas?
- Lo siento mucho, estaba en el hospital y me quedé hablando con Eric.

- ¿Quién es Eric? -Me preguntó mientras entrábamos a mi casa.
- Ahora te cuento.

Nos quedamos charlando de él y de otros temas todo el día hasta llegar a la noche. Ella se quedó a dormir conmigo ya que la cama de mi hermana está desocupada y hay espacio para una más.